La deficiente asimilación y metabolización de la comida se produce a causa de la intolerancia a algunos alimentos. Son muchas reacciones que una persona puede tener gracias a los componentes presentes en su dieta diaria y que se conforman en productos ricos en gluten y lactosa.

No pierdas detalle, continúa leyendo que en este post sabrás todo lo que necesitas saber sobre este importante tema sobre los tipos de intolerancia, cómo se produce, cuál es el proceso para detectar este problema digestivo y cómo se soluciona.

Nutrientes no procesados

Sin duda, el organismo necesita nutrientes que contribuyen a su buen funcionamiento. Cuando este combustible no es correctamente procesado, puede producir complicaciones graves en la salud:

• Aparición de alergias como acné, erupciones, psoriasis y urticaria.
• Problemas neurológicos como vértigo, mareo, migrañas y dolor de cabeza crónico.
• Problemas gastrointestinales. Esto puede generar la presencia de diarrea, gases, reflujo, dolor abdominal, estreñimiento y hasta complicaciones en el colon.
• Complicaciones de peso. Aun cuando existen pacientes que cuentan con una dieta saludable, si existe alguna intolerancia alimentaria, puede alterar en su problema metabólico.
• Reumatismo. La mala digestión de las comidas pueden causar problemas musculares, artrosis, artritis y fibromialgia.

Gluten y lactosa: ¿Soy intolerante?

Cereales como la avena, el centeno, la cebada, el trigo, las harinas, el pan, así como los suplementos y alimentos procesados, son ricos en gluten. Un factor, que en algunos casos, puede causar importantes trastornos digestivos. Otro factor de riesgo son los productos derivados de la leche por su alto nivel de lactosa. Su intolerancia se origina cuando el organismo no produce la cantidad necesaria de lactasa.

La ciencia ha avanzado y actualmente es muy fácil comprobar si se es intolerante a algunos alimentos, gracias a un examen de sangre que consiste en evaluar la reacción de las células sanguíneas al ponerse en contacto a múltiples sustancias.

Toda persona puede realizarse este examen sin ningún tipo de inconvenientes. En el caso de las mujeres embarazadas, lo más recomendable es realizar el estudio cuando haya finalizado el proceso de gestación.

Es importante destacar los tipos de intolerancia alimentaria:

Primaria. No tiene límite de edad y va incrementando de forma gradual.
Secundaria. Cuenta con la cualidad de revertirse en poco tiempo y su origen no es genético. Congénita. Tiene su origen desde el nacimiento.

Cómo prevenir la intolerancia alimentaria

En caso de la lactosa, expertos recomiendan evitar consumir alimentos compuestos a base del azúcar de la leche, leer detenidamente la etiqueta de los productos procesados como dulces, salsas, panes e incluso hasta los fármacos. Otra alternativa es la ingesta de alimentos como el yogur con alto nivel de enzimas que se encarga de digerir la lactosa.

Es importante resaltar que los niveles de enzimas lactasa suelen cambiar con el tiempo. Por esta razón se recomienda que el paciente se realice pruebas periódicas para confirmar la solución de este asunto.

En el caso del gluten, lo ideal es evitar o limitar los productos que contengan este componente. Estudios científicos han revelado resultados positivos que pudieran alentar a estos pacientes que no toleran estos elementos presentes, incluso, en su dieta diaria. Por ejemplo, se ha comprobado un agente que tiene el poder de evitar que el gluten impacte de forma negativa en el intestino.

En conclusión, si existe sospecha de algún problema digestivo, se debe acudir a profesionales gastroenterólogos, nutricionistas, endocrinólogos, neurólogos y dermatólogos con el objetivo de confirmar cualquier diagnóstico a tiempo y tener la oportunidad de seleccionar los productos que resulten beneficiosos y que puedan contribuir a una buena calidad de vida.