Dermatitis o piel atópica ¿qué puedo hacer?
Es muy común escuchar entre la gente que tiene dermatitis o piel atópica. Se trata de una afección de la piel, que no es ni contagiosa ni infecciosa y se basa en la aparición de sequedad y picores pudiendo llegar a producirse eccemas que pueden causar inflamación en una zona concreta del cuerpo.
Se trata de algo con lo que debemos tener cuidado, pues puede haber agentes o detonadores que pueden provocar brotes, por lo tanto, si la has sufrido alguna vez, es importante que prestes atención a qué puede causar su aparición.
Existen remedios naturales y cambios en la rutina que pueden ayudar a controlarla, a mejorarla o a prevenir los brotes. Veremos algunos más adelante.
Pero ¿qué la causa?
La piel atópica puede desarrollarse a causa de factores internos o factores externos. Factores internos como la pérdida de ácidos que aseguran la función cutánea correcta y factores externos como las temperaturas o ambientes.
La dermatitis atópica se considera una enfermedad genética por lo que es probable que haya más de un miembro en la familia que la sufra.
Las zonas que normalmente son las más afectadas por la piel atópica suelen ser la cara, piernas y las articulaciones como rodillas, codos y cuello.
Síntomas de piel atópica
Los principales o más frecuentes síntomas son:
- Sensación de sequedad y tacto áspero al tocar la piel.
- Enrojecimiento de las zonas.
- Picor, que a veces puede ser muy intenso, afectando a la calidad de vida de la persona.
- Pequeñas lesiones que pueden acabar en inflamación o incluso en ampollas.
- Aparición de pequeñas escamas, como cuando te despellejas.
¿Qué puedo hacer?
Existen algunas cosas que podemos ir haciendo a diario para evitar que los brotes se produzcan o para controlarlos si ya se han producido. Sobre todo, hay que tener especial cuidado con los productos que se usan.
- Ya hemos dicho que puede haber algún detonante que provoque el brote, como por ejemplo algún alimento, por lo tanto, hay que tratar de permanecer atentos.
- Es muy importante usar prendas de ropa que sean transpirables, preferiblemente de algodón o lino y que no presionen el cuerpo. La piel necesita respirar, esto ayudará a remitir antes las consecuencias del brote y a que sean menos molestas.
- Utilizar productos que no contengan componentes que resulten agresivos para la piel. Cuidar que los geles y las cremas que sean del pH adecuado. Al lavar la ropa, hay que controlar que el detergente no resulte dañino y evitar usar lejías y suavizantes.
- Beber la cantidad diaria de agua recomendada, entre 2 y 4 libros, pues mantener la piel hidratada es un factor importante para enfrentarse a la dermatitis atópica.
- Para mejorar la hidratación de la piel las cremas son grandes aliadas. En este caso es recomendado usar cremas adecuadas y lo más naturales posibles para evitar dañar la piel. Además, si contienen ingredientes como el aloe vera mejor, aporta frescura, hidratación y en los momentos de algún brote, pueden aportar bastante alivio.
- A veces resulta inevitable rascarse cuando se produce un brote, hay que tratar de buscar una alternativa como compresas frías o paños mojados, pero, por si no lo puedes evitar, intenta tener las uñas cortas y limpias para no dañar más la piel al rascarla.
- Mantener húmedo el ambiente dentro del hogar para evitar que la piel se reseque, sobre todo en invierno que con el uso de la calefacción suele ser más reseco.
- Proteger a la piel del sol con una crema adecuada para pieles sensibles y prestar atención a las zonas que sean más sensibles a los brotes.
- Intentar no abusar mucho del agua caliente durante las duchas o baños y secar la piel sin frotar con la toalla, probar con toques suaves o utilizar un albornoz.
Suele pasar un tiempo entre un brote y otro y es ahí cuando hay que tener una rutina de cuidado para la piel. Las recomendaciones que hemos visto son muy básicas y fáciles de incluir en la rutina y pueden suponer una gran ayuda.
Cuidar la piel durante todo el año es muy importante y necesario, aún así, se debe tener en cuenta la estación del año en la que nos encontramos, pues tanto el calor como el frío afecta de una forma a la piel. Como ya se acerca el verano, os recordamos este artículo en el que encontrarás tips para preparar tu piel para el verano.