En la era digital, cada vez es más común que las personas acudan a internet para obtener consejos respecto a las mejores dietas para bajar de peso de forma rápida. Blogs, vídeos, redes sociales… son muchas las fuentes de información disponibles, y solo basta con hacer clic. Sin embargo, los influencers destacan cuando se trata de temas de nutrición y estilo de vida, por lo que muchos ponen en práctica sus consejos.

Pero, ¿es realmente recomendable seguir todas las sugerencias de los influencers y otros medios digitales? La alimentación afecta directamente la salud, por lo que es algo a lo que se le debe prestar atención y cuidado.

¿Cuál es el problema de seguir estas dietas tan populares?

Sí, son miles los influencers que aseguran que ese batido con frutas y espinaca, algunos suplementos alimenticios y un poco de actividad física es suficiente para bajar de peso de forma rápida y segura. Pero, ¿es totalmente cierto? La verdad es que al bajar de peso se requiere paciencia, tiempo y esfuerzo para obtener resultados duraderos, por lo que esos planes de alimentación «mágicos» pueden perjudicar gravemente la salud.

El problema es que muchos de estos influencers no son profesionales en nutrición y dietética, y usualmente se basan en sus propias opiniones para recomendar determinado régimen alimenticio o estilo de vida. Si se siguieran sus consejos de forma ciega, el resultado podría ser catastrófico. Así que es muy importante verificar que las fuentes de información sean verdaderamente confiables y se adapten a los criterios científicos actuales.

Las consecuencias de las dietas de moda

Seguir dietas que ofrecen resultados rápidos y con poco esfuerzo es realmente peligroso y usualmente no son efectivas a largo plazo. Por ejemplo, al restringir las calorías diarias consumidas a una cantidad menor a 1.200, solo se conseguirá que el metabolismo se desacelere. Puede que durante los primeros días se pierda peso, pero este se recuperará al poco tiempo.

Por otro lado, debido a que el organismo no recibe los nutrientes necesarios, el sistema inmunitario se debilitará. De manera que será más fácil ponerse enfermo y muchos se pueden sentir débiles y sin energía durante un tiempo. La deshidratación es otra de las posibles consecuencias, lo que causa una alteración en los niveles de minerales en el cuerpo. Esto puede afectar el corazón, causando palpitaciones y otros problemas.

Ante la falta de nutrientes esenciales, la piel, el cabello y las uñas cambian de aspecto. Adicionalmente, un bajo consumo de calorías puede provocar problemas renales, desórdenes hormonales y trastornos alimenticios que pueden poner en riesgo la vida de la persona. ¿Realmente vale la pena?

Una solución más saludable

¿Cuál es una mejor solución? Una alimentación adecuada es fundamental para una buena salud. Por eso, se deberían evitar a toda costa aquellas dietas extremas que se recomiendan en internet, sin importar que parezcan muy efectivas y seguras. Lo mejor es acudir a un profesional en el área. Este determinará si realmente es necesario bajar de peso y cuál es la forma adecuada para lograrlo.

Lo más recomendable es llevar un estilo de vida saludable donde una alimentación equilibrada, la actividad física y el descanso estén presentes. En vez de contar calorías o evitar ciertos alimentos, es mucho mejor

integrar una gran variedad alimentos saludables como frutas, verduras, granos integrales, proteína magra y lácteos bajos en grasa.

Por otro lado, es conveniente decirle adiós a las grasas trans y a las grandes cantidades de azúcar y sal presentes en los alimentos procesados. No solo es importante lo que se come, también la cantidad. Así que se deben controlar las porciones y adaptarlas a la edad y estilo de vida de cada persona. Una buena rutina de ejercicios ayudará a reducir el estrés, dormir mejor y sentirse con más energía.