Os explicaremos porqué deberíais separaros durante unas horas.
En teoría, de las 24 horas que tiene el día, 7 u 8 deberíamos pasarlas durmiendo.
En general, creemos que nuestra almohada está en buenas condiciones higiénicas pero la realidad es que por dentro puede haber multitud de seres vivos.
Si tienes pareja y compartís ya la almohada o habéis comenzado a vivir juntos, planteaos desde el principio elegir dos almohadas para dormir.
Una cosa es dormir en pareja y otra muy distinta compartir la misma almohada con tu pareja.
Dormir en pareja puede tener muchos beneficios, por supuesto, no lo discutimos; pero quizá te interese averiguar que durante las horas de sueño es mejor que haya espacio entre vosotros.
Desde siempre, estamos acostumbrados a ver una sola almohada que ocupaba todo el ancho de la cama de nuestros padres, pero hoy en día se ha avanzado mucho en conocimiento y ya sabemos lo que realmente se esconde en el interior de una almohada.
Los defensores de compartir horas de sueño dirán que tiene muchas ventajas, porque fortalece especialmente la relación. Compartir momentos tan íntimos como dormir juntos, ayuda a conectar mejor con tu pareja y solucionar posibles problemas. Incluso ayuda a reducir el estrés del día a día ya que despertamos junto a nuestra pareja de mejor humor.
Por otro lado, puede que cuando duermas acompañado no pegues ojo en toda la noche. Y hay muchos motivos. Unos dirán que su pareja no para de moverse y dar vueltas. Otros dirán que ronca. O que se levanta al baño varias veces. O que te quita el edredón nórdico o la almohada compartida.
Está claro que cada persona, como cada relación, es diferente y necesita de unas condiciones específicas para poder dormir bien. Compartas colchón o no, lo que no te recomendamos es compartir la misma almohada.
Cada uno debe elegir la almohada que mejor se adapte a sus necesidades. Y no sólo es cuestión de gustos, el hecho de compartir almohada puede repercutir en tu salud, ya que cada almohada acumula un ecosistema diferente adaptado a cada uno.
Es muy común tener una piel perfecta siguiendo nuestro ritual nocturno de limpieza facial antes de acostarte, y de repente desde que habéis comenzado a dormir juntos compartiendo almohada, te hayan comenzado a aparecer granos e irritaciones en la piel que no tenías desde la pubertad.
Si normalmente dormís dos en la misma cama, tienes que multiplicar por dos la variedad de intrusos que tendréis. Cada piel humana favorece la aparición de diferentes bacterias, hongos y ácaros ya que se adaptan a tu tipo de piel, sudor y grasa cutánea.
Consecuencias de compartir almohada
Las alergias que cogemos sin darnos cuenta pueden estar motivadas, muchas veces, por algo tan banal en apariencia como la almohada con la que dormimos.
Que los ácaros se instalen en ella es inevitable con el paso del tiempo, sobre todo en determinadas épocas del año.
Existen algunas almohadas que impiden que aniden en ellas, pero debemos recordar algunas premisas básicas, ya que puede repercutir en nuestra salud:
- La vida útil de nuestra almohada no debería sobrepasar nunca los 5 años. Ya que una parte importante de la almohada podría estar compuesta por ácaros de polvo, secreciones de los mismos ácaros, piel muerta, bacteria y saliva
- Ventilar la almohada todos los días.
- Darle la vuelta cada semana.
- Aspirar con aspirador de mano de vez en cuando para eliminar ácaros y esporas de hongos.
- Lavar mensualmente la almohada con agua muy caliente y detergentes específicos.
Aunque no lo creas, una almohada sin una higiene correcta puede llegar a tener miles de esporas de hongos, el más común llamado “aspergillus” se asocia con padecer asma.
Lo importante, según los expertos, es cuidarse de los ácaros del polvo si se tiene alergia o asma, ya que se sufrirán los efectos de inhalar sus excrementos desecados mezclados con su piel muerta.
“No hay como compartir una almohada, eso aclara completamente las ideas; a veces hasta acaba con ellas, lo cual es una tranquilidad.”
― Julio Cortázar