Lactancia materna y prótesis mamarias ¿son compatibles?
¿Qué es la lactancia materna?
La lactancia materna hace referencia al proceso por el que la madre alimenta a su hijo recién nacido a través de los pechos, que comienzan a segregar leche seguidamente después del parto.
Esta leche debe ser el primer alimento del bebé hasta los 2 años de edad. La leche materna incluye todos los nutrientes que un recién nacido requiere hasta los seis meses de edad, por lo que será su único alimento durante este tiempo. De los 6 meses en adelante, hasta los 2 años puede compaginarse con otros alimentos.
Según recoge la OMS en La alimentación del lactante y del niño pequeño, la leche materna contiene todos los nutrientes que necesita un lactante durante los primeros seis meses de vida, incluyendo grasa, carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales y agua. Se digiere fácilmente y se utiliza de manera eficiente. Además, la leche materna también contiene factores bioactivos que fortalecen el sistema inmunológico inmaduro del lactante, brindándole protección contra la infección; además posee otros factores que favorecen la digestión y absorción de los nutrientes.
Una adecuada nutrición durante la infancia y niñez temprana es esencial para asegurar que los niños alcancen todo su potencial en relación con el crecimiento, salud y desarrollo. La nutrición deficiente incrementa el riesgo de padecer enfermedades e incluso la muerte.
Las recomendaciones de la OMS y el UNICEF para una alimentación infantil óptima, tal como se encuentran establecidas en la Estrategia Mundial son:
- Lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida (180 días).
- Iniciar la alimentación complementaria, adecuada y segura, a partir de los 6 meses de edad, manteniendo la lactancia materna hasta los dos años de edad o más.
La lactancia materna exclusiva reduce el riesgo de diarrea y de infecciones respiratorias agudas si su duración es de 6 meses de vida, en comparación con una duración de tres o cuatro meses respectivamente.
Bacterias y la leche materna
Inicialmente, se consideraba que la leche materna era apropiada y más segura porque era estéril y sin microorganismos. Sin embargo, después de muchos años, los estudios científicos más recientes han demostrado que la leche materna precisamente es buena para los bebés por todo lo contrario. El calostro y la leche materna proporcionan no sólo los nutrientes necesarios para el bebé, sino un suministro continuo de bacterias beneficiosas para el intestino del recién nacido.
Aunque te resulte extraño pensar en bacterias y asociarlo a algo positivo, tenemos que decirte que es posible, nuestro organismo está plagado de bacterias (consideradas buenas) que componen lo que conocemos como microbiota o flora y que juegan un importante papel en el normal funcionamiento del organismo y como garantía de buena salud.
Los bebés, al nacer, lo hacen con el intestino estéril, y el principal factor implicado en la formación y composición de la microbiota intestinal del recién nacido es la leche materna.
Leche materna fuente de probióticos
Los probióticos son unos microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas confieren beneficios para la salud, y resulta que la leche materna es una fuente extraordinaria de probióticos para el intestino del lactante.
La leche materna contiene una alta concentración de Bifidobacterium y Lactobacillus, encargados de impedir el asentamiento y proliferación de bacterias perjudiciales para la salud del recién nacido.
Por todo ello, disminuye el riesgo de padecer enfermedades infecciosas al bebe, de ahí proviene esa famosa expresión de que “aporta defensas”, a la vez que juegan un importante papel protector frente a futuros procesos alérgicos.
¿Es compatible la lactancia materna con prótesis mamarias?
Puede que hace muchos años amamantar a tu bebé si te habías sometido a una operación para ponerte implantes de silicona podría parecer impensable, pero actualmente, una mujer con implantes podía amamantar a su bebé perfectamente gracias a las técnicas avanzadas que se utilizan durante la operación, que no afectan al tejido glandular por lo que no impide que se genere leche para alimentar al bebé.
Hasta el momento, no existe ningún estudio ni evidencia que avale la teoría de que la silicona de las prótesis mamarias podría dañar al bebé ni transmitirse al bebé a través de la leche.
En definitiva, podemos decir que las prótesis mamarias no son incompatibles con la lactancia materna, pero que, aunque la decisión es tuya, si tienes dudas lo mejor es consultarlo con tu médico/a especialista para que pueda explicarte todo correctamente.
También podría interesarte el siguiente artículo.