¿Cómo evitar la salmonelosis?

¿Qué es la salmonelosis?

Cuando hablamos de salmonelosis nos referimos a una enfermedad de origen alimentario que puede aparecer al cabo de 6 o 72 horas después de comer algún alimento contaminado por Salmonella.

Los síntomas más habituales o comunes de la salmonelosis son la diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal, deshidratación, dolor de cabeza e incluso fiebre. Como en otras enfermedades que implican este tipo de síntomas, las personas mayores y niños pueden tener consecuencias más complicadas y graves, por lo que se les debe prestar especial atención, sobre todo por el riesgo de deshidratación.

La Salmonella es una bacteria que puede habitar en el intestino de los animales y de las personas, se trata de la bacteria causante de la mayor parte de las toxiinfecciones alimentarias en España, la salmonelosis.

Cuando un alimento está contaminado por Salmonella es muy fácil contraer la infección, pues la presencia de esta bacteria no altera ni el color, ni el olor, ni el sabor, ni la textura del alimento, por lo que es difícil notar cuando está contaminado.

¿En qué alimentos se puede encontrar la Salmonella?

Dentro de los alimentos con mayor probabilidad de estar contaminados con Salmonella encontramos los siguientes:

• Los huevos frescos
• Las carnes especialmente las aves (pollo, gallina o pavo) y las carnes picadas (hamburguesas, salchichas…)
• La leche cruda y otros productos lácteos si no han sido pasteurizados
• Los vegetales que hayan sido regados con aguas contaminadas.

¿Cómo se puede prevenir el riesgo de sufrir la salmonelosis?

Existen una serie de cosas que se pueden hacer para tratar de prevenir una infección por Salmonella, principalmente centradas en el manipulado de los alimentos.

• Cocinar los alimentos con calor suficiente para que la temperatura en el interior del alimento alcance al menos los 70º, dado que a esta temperatura se destruye la Salmonella y otros gérmenes patógenos. Las carnes de aves y las carnes picadas nunca han de quedar crudas o poco hechas en su interior.
• Lavarse las manos frecuentemente y muy importante antes de manipular alimentos.
• Utilizar recipientes y utensilios limpios, tanto para la elaboración como para los alimentos cocinados.
• Evitar que se produzca contacto entre alimentos crudos con los cocinados o ya preparados.
• Lavar bien la fruta y verdura, sobre todo cuando va a consumirse en crudo.
• Si los alimentos preparados no se van a consumir inmediatamente, deben guardarse en frío, bien en refrigeración o congelación.
• Manipular correctamente los huevos. Evitar consumir huevos agrietados o sucios y lavarlos bien antes de utilizarlos. Deben conservarse en el frigorífico. Utilizar los huevos más frescos y mejor conservados para la elaboración de comidas cocinadas a menos temperatura (salsas, tortillas, natillas, huevos escalfados o crema pastelera). No cascar los huevos en el plato en el que van a batirse los huevos ni utilizar la cáscara para separar la yema de la clara. No interrumpir la elaboración del cocinado.
• Prestar atención a personas mayores y los más peques, procurar que se laven bien las manos con agua y jabón frecuentemente y, sobre todo, antes de comer, después de tocar a animales como perros, gatos o tortugas y durante procesos diarreicos.
• Las salsas tipo mahonesa que hayan sido preparadas caseras deben consumirse inmediatamente después de su elaboración. Si las salsas son industriales deben conservarse en la nevera una vez se haya iniciado su consumo.
• No consumir alimentos o comidas preparadas que hayan pasado tiempo dentro de un coche al sol, es muy importante mantener la conservación.
• La carne u otros productos congelados deben descongelarse en el frigorífico.

Tratamiento para la salmonelosis

Teniendo en cuenta que sus principales síntomas son trastornos digestivos como la diarrea o vómitos, la forma de tratar esta infección será actuando sobre estos síntomas.

Uno de los principales puntos del tratamiento es tratar de reponer los líquidos y electrolitos perdidos por la diarrea o vómitos. Ingiriendo alguna bebida de rehidratación evitando así un riesgo mayor y con peores consecuencias como es la deshidratación. Nuestra recomendación es Hidrasal®, en forma de comprimidos efervescentes, este formato resulta especialmente práctico ya que solo consumes lo que necesites. Además, puedes elegir entre un delicioso sabor fresa o limón.

Lo normal es que, en adultos sin otros problemas de salud, los síntomas se alivien entre los 4 y los 7 días posteriores sin necesitar otro tipo de tratamiento por lo general.

Ahora bien, cuando se produce este tipo de disbiosis intestinal a causa de la diarrea, hay que intentar revertirla, para ello una gran ayuda son los probióticos que ayudan a recuperar y restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal. Un complemento alimenticio probiótico muy eficaz en estos casos es Vitaplus® Boulardii.

Vitaplus® Boulardii combina por un lado dos tipos de microorganismos, la levadura probiótica denominada Saccharomyces boulardii CNCM-I-1079 250 mg, y las bacterias lácticas Bifidobacterium lactis LAFTI® B94, Lactobacillus rhamnosus R0011 y Lactobacillus helveticus R0052, y por otro los beneficios propios de los Fructooligosacáridos (FOS-Actilight®) 500 mg.
Esta combinación ayuda a restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal en aquellas situaciones en las que puede haberse visto alterada, como la diarrea aguda, asociada a la toma de antibióticos o diarreas bacterianas. 

Normalmente no suele aconsejarse el consumo de antidiarreicos por riesgo de prolongación del proceso infeccioso.

En caso de salmonelosis en bebés, niños pequeños, personas mayores o personas inmunodeprimidas, es imprescindible la asistencia médica. Aunque hemos comentado que esta infección no suele volverse grave, se debería consultar con un/a profesional de la salud.

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