12 indicadores para saber si estás sufriendo de fibromialgia.
Según la National Fibromyalgia Association NFA, calcula que en el mundo hay 400 millones de personas que padecen de fibromialgia. Esto es un 5% de la población mundial, es decir que de cada 100 personas, 5 sufren esta enfermedad.
Particularmente en España se estima que la fibromialgia afecta a un 4% de la población, pero un 75% de los casos no se diagnostica oficialmente. ¿Por qué? Porque hacerlo no es fácil. En términos generales es difícil de detectar: hay personas que no son conscientes de que la padecen; hay muy poca información sobre esta patología y cada país determina si la reconoce o no. Por estos factores diagnosticar la enfermedad no es tarea sencilla.
Lamentablemente al no existir en la actualidad alguna prueba diagnóstica, algunos médicos concluyen que el dolor de los/as pacientes no es real, lo cual es realmente perjudicial.
¿Qué es la fibromialgia?
Es una enfermedad crónica cuya principal característica es el dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones) constante y generalizado. También se manifiesta en que la persona tiene mucha sensibilidad a cualquier contacto físico, incluso con un roce el dolor se hace más fuerte. La dolencia se acompaña de fatiga crónica y otros síntomas.
Quienes la padecen viven a diario con el dolor y así duerman, no hay descanso y despiertan incluso más cansados, como si no hubieran dormido. Afecta la calidad de vida de la persona y la han llegado a denominar “incapacidad invisible”. Cerca del 90% de los pacientes diagnosticados son mujeres.
Posibles causas
Aún se desconoce el origen de esta enfermedad. Su aparición se ha relacionado con que el paciente ha sufrido antes migraña, fatiga crónica, infecciones bacterianas o virales, traumas musculares, alteraciones del flujo sanguíneo, accidentes u otras enfermedades que limitan la calidad de vida (lupus, artritis, etc.). En otros casos la patología es de origen genético.
Al parecer estas dolencias no causan la enfermedad, pero la despiertan o la desencadenan, pues la persona ya la sufre de manera oculta.
También es relacionada con el sistema nervioso central y en ocasiones está asociada a la depresión.
Tips para saber si estás sufriendo de fibromialgia
La mayoría de síntomas de la fibromialgia son los mismos que de otras enfermedades. En la mayoría de casos el cansancio generalizado y el dolor en todo el cuerpo se confunden con estrés, falta de descanso por insomnio.
El especialista que la diagnostica es el reumatólogo, aunque también es tratada por el fisiatra y por clínica del dolor.
La mejor manera de saber si se padece o no de la enfermedad, es comenzar por autoanalizarse a conciencia y responderse a sí misma si se tienen o no estos síntomas. Por eso escribe cuáles de estas señales sientes y calcula en una escala de 1 a 10 la intensidad del dolor o del síntoma:
- Cansancio permanente, así se duerma o no.
- Dolor generalizado, agudo y crónico.
- Sensación de agotamiento incluso por varios días.
- Hormigueo y palpitaciones en algunas partes del cuerpo.
- Trastornos y alteraciones del sueño: insomnio, sueño ligero o despertarse varias veces en la noche, incluso debido a los mismos dolores.
- Rigidez muscular y dolor excesivo al levantarse o cuando hace demasiado frío.
- Problemas de pérdida de memoria y falta de concentración.
- Alteración de la digestión: pasar de un fuerte estreñimiento a diarreas imparables.
- Mareo, trastorno, vértigo.
- Incremento del acné o inflamación de algunas zonas del cuerpo.
- Imposibilidad de realizar oficios caseros como por ejemplo hacer la cama, lavar los platos, levantar objetos, agacharse.
- Presencia de depresión, desánimo o incluso, irascibilidad por la falta de sueño y descanso; situación que el entorno no comprende.
El mejor consejo es que si sospechas que puedes tener la enfermedad, te autoanalices y ves que tienes los síntomas, es mejor acudir a la ciencia médica para comenzar el tratamiento lo antes posible.
Entonces,
¿cómo se diagnostica?
Debido a que la enfermedad cada día es más común de encontrar, ya hay médicos conscientes del problema y se han ido entrenando para diagnosticarla. Estos profesionales de hecho lo hacen con alguna facilidad: pacientes con antecedentes de dolor generalizado por más de 3 meses, acompañado de una alta sensibilidad al dolor.
El dolor generalizado es aquel que puede afectar los 4 cuadrantes del cuerpo: superior derecho e izquierdo e inferior derecho izquierdo, siendo el ombligo la línea divisoria. La Academia Americana de Reumatología (ACR) determinó 18 puntos del organismo como puntos especialmente dolorosos ante la presión. De esta manera la persona debe tener presencia de dolor en mínimo 11 de estos puntos.