3 cosas que debes tener en cuenta antes de tomar probióticos
¿Has tomado probióticos alguna vez? Si no, seguro que has oído hablar de ellos y no es raro, ya que son de gran utilidad, ayudando a restaurar la microbiota y contribuyendo a mantener la salud del organismo.
No te pierdas todo lo que los probióticos pueden hacer por tu salud y lo que debes saber si has decidido incluirlos en tu rutina saludable.
Primer punto ¿Qué son los probióticos?
Los probióticos son unos microorganismos vivos que, cuando se administran en una cantidad adecuada, tienen efectos positivos para la salud de las personas. Facilitan la digestión y la absorción de nutrientes y fortalecen el sistema inmune. Ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal.
La finalidad de los probióticos es conseguir resultados beneficiosos para la salud de la persona. Los más comunes son los lactobacilos y las bifidobacterias.
Se puede destacar los probióticos como unos grandes aliados para el mantenimiento de la salud, ayudando a mejorar y atenuando algunas consecuencias de tomar ciertos medicamentos, como por ejemplo los antibióticos.
¿Cuándo puedo tomar probióticos?
No hay ninguna evidencia de que tomar probióticos a diario sea contraproducente para la salud.
Aunque no hay un momento exacto establecido para empezar a tomar probióticos, sí que es aconsejable hacerlo cuando se toman antibióticos, durante episodios de gastroenteritis o infecciones vaginales. En estas situaciones, los probióticos son fundamentales para ayudar a restaurar el equilibrio de la microbiota.
Mantener el equilibrio de la microbiota es esencial para mantener buenos estados de salud. La microbiota está formada por un conjunto de microorganismos que habitan en el intestino
Estas bacterias viven en el cuerpo humano sin generar enfermedades, es decir, son bacterias “buenas” y en total son más de 100 billones de bacterias de distintas especies. Cada persona tiene un conjunto bacteriano específico y diferente al resto, es como el ADN.
Su presencia a lo largo de la mucosa intestinal es esencial para mantener buenos estados de salud. Viven en un estado de armonía con el organismo y entre sus funciones beneficiosas, destaca la protectora, evitando la colonización de patógenos.
Cuando este equilibrio se altera, pueden aparecer algunos problemas de salud, como infecciones o diarreas. Muchos procesos del organismo y algunas enfermedades se desencadenan en el intestino, si la microbiota intestinal está alterada, es probable que la salud se resienta, es necesario regular la microbiota con ayuda de probióticos para evitarlo.
¿Cómo sé qué probiótico debo tomar?
Las bacterias que componen los probióticos son de muchos tipos distintos, por eso no todos sirven para lo mismo, sino que dependiendo de las funciones que tengan las bacterias, actuarán para conseguir diferentes efectos. Saber qué cepa te va a beneficiar más ante un problema, sería lo ideal.
Los lactobacilos y las bifidobacterias son una opción muy buena si lo que buscas es seguir manteniendo un buen estado de salud. Comienza siempre con cantidades pequeñas para evitar problemas digestivos como náuseas o gases.
Ante problemas intestinales como estreñimiento o hinchazón, los lactobacillus acidophilus o lactobacillus casei pueden ayudarte a reequilibrar la microbiota intestinal. Si, por el contrario, si el problema que tienes es diarreico, las cepas de saccharomyces boulardii son de las más estudiadas y recomendadas para combatir la diarrea asociada a antibióticos y otras diarreas.
En otros casos, como las infecciones vaginales recurrentes los lactobacillus acidophilus cuentan con respaldo para ayudar a mejorar las molestias y síntomas característicos de estas infecciones.
¿Cómo debo conservar los probióticos?
Los probióticos son organismos vivos que pueden no sobrevivir si el entorno es hostil y hace demasiado calor. Hay algunos productos que no lo necesitan, pero por lo general hay que preservar los complementos probióticos refrigerados. Lee siempre la etiqueta del envase para poder beneficiarte de todas sus propiedades y vigila la fecha de caducidad.
Aunque dependiendo del problema a tratar puedes elegir una u otra cepa de probióticos, bien es cierto que no tienen por qué tener la misma efectividad en dos personas distintas ya que su microbiota seguramente diferirá. Consulta siempre con tu médico y hazte las pruebas pertinentes para saber el estado en el que está tu microbiota y cuáles serían exactamente las cepas adecuadas en tu caso.