Cáncer de próstata: ejercicio físico y ser activo reduce el riesgo
El cáncer de próstata es la segunda causa de muerte por cáncer de hombres en el mundo. Según las estadísticas, es el segundo tipo de cáncer más frecuente en los hombres, solo superado por el cáncer de piel y afecta a 1 de cada 9 hombres.
Este tipo de cáncer se detecta más comúnmente en hombres de más de 65 años de edad y, rara vez, se presenta en hombres menores de 40.
En cuanto a mortalidad, es la segunda causa principal de muerte, sólo después del cáncer de pulmón. En los casos detectados de cáncer de próstata en estadio local (en el que se ve afectada la próstata y los órganos adyacentes), la esperanza de vida después de 5 años es casi del 100%, mientras que en los casos en los que el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo, la esperanza de vida es cercana al 30%.
Algunos síntomas indicativos del padecimiento de este tipo de cáncer son, entre otros:
- Micción frecuente con debilidad en el flujo o discontinuo
- Disfunción eréctil
- Sangre en la orina o el semen
- Dolor al orinar
De la misma forma, existen factores de riesgo asociados al padecimiento de este tipo de cáncer, como lo son la edad (es más frecuente después de los 50 años), el grupo étnico (mayormente se presenta en hombres de raza negra), los antecedentes familiares, mutaciones en ciertos genes, o afecciones como la prostatitis.
Estudios recientes han demostrado que la práctica de ejercicios tiene un efecto positivo en la lucha contra esta enfermedad. Específicamente estudios realizados por la Universidad de Bristol, en conjunto con el World Cancer Research Fund y el Cancer Research UK, así como un estudio realizado por investigadores de Harvard College, han vinculado de manera concreta un efecto entre la práctica recurrente de ejercicio con la prevención y la disminución del riesgo en pacientes con este tipo de cáncer.
El ejercicio físico y la prevención del cáncer de próstata.
En el estudio realizado por la Universidad de Bristol a una población de 140.000 hombres, dentro de los cuales 80.000 presentaban cáncer de próstata, se comprobó que los hombres más propensos a ser activos tenían un riesgo 51% menor de padecer este cáncer que los hombres con estilos de vida más sedentarios.
En el estudio, realizado por la doctora Sarah Lewis y otros investigadores, se establece la relación entre la práctica del ejercicio y la reducción del riesgo de sufrir la enfermedad, independientemente de la intensidad del ejercicio.
La OMS recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica a la semana, lo que se traduce en al menos 30 minutos durante 5 días, lo que parece más que accesible para la mayoría de las personas.
Este tiempo sería el mínimo indispensable para obtener beneficios en la salud física y mental. Sin embargo, superar ese mínimo conlleva a la obtención de mayores beneficios en la salud, así como a la prevención de otros tipos de cáncer, enfermedades metabólicas y patologías cardiovasculares, además del control del peso y la reducción de los niveles de estrés.
Efecto del ejercicio físico en personas con cáncer de próstata.
Por otro lado, la Universidad de California y la Escuela de Salud Pública de Harvard demostraron que realizar actividades físicas intensas puede disminuir la progresión del cáncer de próstata en gran medida.
Basta con caminar a paso acelerado o realizar algún tipo de ejercicio intenso, como correr un tiempo de 3 horas a la semana para disminuir el riesgo de progresión de esta enfermedad.
En otro estudio realizado por la Escuela de Harvard, donde se analizaron datos ofrecidos por más de 49.000 hombres (de los cuales 6.411 sufrían cáncer de próstata), de entre 40 y 75 años de edad, entre los años 1.986 y 2.012, se pudo evidenciar que aquellos hombres que realizaban ejercicio tenían un 30% menos de probabilidades de padecer cáncer de próstata avanzado y 25% menos de padecer cáncer letal, en comparación con hombres que no practicaban ejercicios.
Según los investigadores, la práctica de ejercicio disminuye el riesgo de desarrollar una alteración molecular asociada al 50% los casos de cáncer de próstata, la cual es conocida como TMPRSS2:ERG y afirman que ese tipo de cánceres están asociados a ciertos procesos metabólicos que se ven afectados de forma directa por el ejercicio físico.
