5 cosas que debes saber sobre la protección solar en verano
Ahora que el verano ha llegado completamente, es importante tener claro cuáles son los principales problemas a los que podemos enfrentarnos durante estos meses y qué debemos hacer para evitarlos y/o mejorarlos.
Entre los consejos más comunes que se dan durante el verano encontramos “cuidado con la deshidratación”, “cuidado con las infecciones vaginales y las cistitis”, “cuidado con las intoxicaciones alimenticias” y por supuesto “cuidado con el sol”.
El sol es muy importante para nuestro organismo, especialmente porque es la principal fuente por la que nuestro organismo obtiene la Vitamina D. Esta vitamina resulta de vital importancia, pues favorece el normal funcionamiento del sistema inmunitario y ayuda a fortalecer y mantener los huesos y dientes.
Aunque el sol nos aporte estos beneficios, debemos tener cuidado pues la exposición continua, prolongada y sin protección, puede resultar perjudicial para la salud. La protección solar es crucial para la salud del organismo.
Estas posibles consecuencias dañinas del sol afectan a todo el mundo, independientemente de la piel. Sobre todo, debemos tener cuidado durante los meses de verano que es cuando el sol es más peligroso. La exposición a la radiación ultravioleta del sol puede provocar enrojecimiento de la piel, quemaduras, envejecimiento prematuro (favorece la aparición de arrugas en la piel) y aumenta el riesgo de sufrir cáncer.
La protección solar en verano
1 ¿Qué hacer para evitar estos daños producidos por el sol?
Para evitar que el sol produzca estos daños en nuestra piel, debemos evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día o utilizar una gorra o sombrero y utilizar siempre protección solar, incluso en invierno. Beber mucha cantidad de agua, para mantener hidratada la piel y evitar posibles golpes de calor y deshidrataciones.
1 ¿Qué es el SPF?
El SPF o factor de protección solar, indicado con un número, hace referencia a la capacidad de protección de la crema frente a la radiación UVB.
Se trata de un valor multiplicador que indica el tiempo que nuestra piel está protegida frente a los rayos solares. Es decir, si tu piel tarda en quemarse X minutos, una crema solar con SPF 50, multiplicará por 50 esos minutos.
Entre los más comunes, solemos encontrar SPF 20, 30 y 50. Entre mayor sea el número, mayor será el tiempo que nuestra piel estará protegida.
2. Usar protección durante todo el año
El SPF hace referencia a la radiación UVB, pero no a la protección de los rayos UVA y también es importante protegerse de estos rayos, por lo que a la hora de escoger qué protector utilizar, intenta coger aquel en el que indique “amplio espectro”, que quiere decir que protege contra rayos UVB y UVA.
Ambos rayos, UVB y UVA son rayos ultravioletas. Los rayos UVA consiguen penetrar hasta las capas más profundas de la piel y están relacionados con el envejecimiento prematuro y el melanoma, mientras que los UVB se quedan en la superficie y son los encargados de broncear y quemar la piel.
Durante el verano predominan los rayos UVB mientras que en invierno los UVA, por ello es muy importante proteger la piel durante todo el año, pues siempre corre riesgo de sufrir algún daño a causa del sol.
3. ¿Puedo usar la misma crema del año pasado?
Hay que tener cuidado con utilizar los protectores solares de un año para otro, normalmente, este tipo de productos suele tener un símbolo en el que se indica el tiempo de eficacia del producto. Este símbolo llamado PAO (Period After Opening) suele representarse con un bote abierto y un número junto a la letra M. Este número indica los meses que puede permanecer abierto el producto sin que sus propiedades o efectividad se vean alteradas.
4. Cuidado con los remedios caseros
A pesar de que ahora está muy de moda el DIY (Do It Yourself), los protectores solares no son algo con lo que practicar esta técnica. Utilizar un protector solar que se ha fabricado de forma casera puede resultar dañino y no cumplir su función adecuadamente.
Este tipo de productos debe seguir ciertas técnicas de fabricación para que resulten seguros y efectivos, así que, a pesar de las muchas recetas que puedas encontrar, es mejor que utilices uno que se haya elaborado adecuadamente.
5. ¿Se puede acumular el protector solar?
Esto es bastante importante, el protector solar no se acumula, es decir, si utilizas primero uno de SPF de 30 y luego otro de SPF 50, no se suman, sino que la protección que conseguiría nuestra piel sería de 50 y no de 80.