Cistitis masculina: causas, síntomas y tratamientos
Suele atribuirse a las mujeres o solo detectarse en ellas, pero se da de la misma manera en los hombres, y mucho más de lo que se piensa. Esa inflamación de la vejiga urinaria puede deberse a una infección, aunque no necesariamente siempre es así.
Sus causas, síntomas y la manera de prevenirla requieren dedicarle una debida atención por las consecuencias y las inconveniencias de padecerla.
¿Es una afección rara?
Al contrario de lo que pueda parecer, es muy común en las mujeres pero su frecuencia en los hombres no es nada que se deba subestimar. Es una inflamación de la vejiga causada con más frecuencia por una infección orina.
Su causa más común es una infección bacteriana producida por la Escherichia Coli, que primero coloniza la orina y si llega a extenderse afecta las mucosas de la vejiga y el tracto urinario. Es entonces cuando se produce la cistitis por la inflamación como respuesta del organismo.
En algunos casos menos frecuentes es causada por agentes químicos como algunas sustancias que suelen usarse en las quimioterapias. Y otra variedad es la conocida como cistitis rádica por los efectos en pacientes tratados con radioterapia.
Por otro lado, las relaciones sexuales vía anal sin protección son una de las causas más frecuentes en las consultas médicas, que en muchos casos conllevan otro tipo de complicaciones.
En casos de hiperplasia (inflamación de la próstata), la cistitis se ve agravada por la propia presión que ejerce la próstata en la vejiga y el conducto urinario. Cabe señalar que muchos casos de prostatitis aguda se deben a las mismas bacterias que provocan la cistitis, por lo que es recomendable siempre acudir al profesional sanitario.
Cuando se produce un recrecimiento de la mucosa de la vejiga se clasifica como cistitis glandular, que pudiese ser un indicio de un tumor en sus inicios. Otra variedad y que llega ser una afección crónica es la cistitis intersticial, con una notable incontinencia y dolor abdominal.
Síntomas de las cistitis masculina
Pueden ser diversos y en ocasiones se hace difícil el diagnóstico. Los más comunes son los siguientes:
- Urgentes y constantes ganas de orinar.
- Orinar poca cantidad con frecuencia.
- Sentir ardor al orinar.
- Sangre en la orina (Hematuria).
- Orina con mal olor y muy turbia.
- La sensación de una fuerte presión en la parte baja del abdomen.
- Algunas décimas de fiebre.
En algunos casos no son muy claros los síntomas, por lo que es aconsejable un examen de orina para la confirmación del diagnóstico. Si se detectan hematíes, leucocitos o bacterias en la orina, con toda probabilidad se trata de una cistitis.
Tratamiento de la cistitis masculina
Ante algunos de estos síntomas debe acudirse al médico lo antes posible. Lo más seguro es que realicen algunos exámenes y pruebas como el análisis de la orina, una cistoscopia o, si el caso lo requiere, una ecografía o una radiografía.
Si se confirma el diagnóstico el tratamiento dependerá del tipo de cistitis que se padece. Cuando es bacteriana, por ejemplo por una prostatitis, se trata con antibióticos. Este tipo de tratamiento es de mayor duración en los hombres porque pueden presentarse ciertas complicaciones en el tracto urinario.
La hidratación es muy importante tanto en la prevención como en el tratamiento de esta afección, puesto que con ella se consigue mantener más limpios los conductos urinarios y la vejiga al impedirse que en estos se asienten bacterias que produzcan una infección.
En cualquiera de los casos y su origen será un especialista quien determine cuál es el tratamiento más adecuado a cada uno en particular.
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